La ciencia en tu ensalada
La lechuga es un alimento que además de tener un delicioso sabor, es rico en fibra y nutrientes que contribuyen a nuestro desarrollo físico y salud. Es también uno de los ingredientes más comunes de la ensalada y aunque no lo creas es muy fácil de cultivar, incluso puedes hacerlo sin necesidad de tierra, ¡solo con agua! Utiliza tus habilidades de exploración, observación e investigación y realiza este experimento en casa o en tu salón de clases.
Necesitarás los siguientes materiales:
vaso o frasco
Tallo de lechuga romana o similar
Agua
Procedimiento
Pide a un adulto que corte por lo menos 7 centímetros del extremo inferior del tallo de una lechuga romana. Para mantener el tallo elevado, inserta tres palillos de dientes en forma de trípode en la base de la lechuga. Luego, pon el tallo y poco de agua en un vaso, asegurándote de cubrir solo la base de la lechuga con agua. Ubica el frasco en una ventana o lugar donde reciba luz del sol y cambia el agua todos los días para evitar que se pudra. En una semana notarás nuevos brotes creciendo en el centro del tallo. Si deseas puedes trasplantar tu tallo a una maceta o esperar a que siga creciendo en el agua.
Discusión
Las raíces cultivadas en el agua son diferentes de las raíces que crecen en la tierra. El agua no proporciona todos los nutrientes por lo que el crecimiento es más lento, las hojas son menos frondosas y el sabor es menos intenso. Con este método no puedes cultivar una cabeza de lechuga entera. Sin embargo, las hojas de tu lechuga continuarán creciendo gracias a que las plantas almacenan nutrientes en sus tejidos. lo que les permite sobrevivir por un tiempo antes de marchitarse.
Variaciones: reemplaza el tallo de lechuga por cebollines o cebolla verde. Corta el extremo blanco, dejando las raíces intactas. Sigue el procedimiento descrito para el experimento anterior. ¡No olvides anotar tus observaciones!,
El experimento puedes verlo pinchando aquí.